Bron se ha ido, ha cruzado el arco iris, y nos deja un vacío difícil de llenar. Cada perro es especial y diferente. Bron lo era, y mucho.

Llegó hasta nosotros tras 8 años encadenado, tras mucho sufrimiento. Nos costó ganarnos su confianza. Era nuestro gruñón, nuestro reto, nuestro amigo. Estaba aprendiendo a vivir, a confiar, a ser feliz, con educación especial, porque su caso era difícil, pero nuestro empeño en que encontrase familia y se recuperase totalmente, era mayor.

Su corazón decidió dejar de latir, una noche de verano, y aquí nos hemos quedado, sin él. Pero su recuerdo, su esencia, seguirá vivo entre nosotros.

Hasta siempre, amigo, nunca olvidaremos tu mirada.

 

Uso de cookies

Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies.

ACEPTAR
Aviso de cookies