
Un día fuimos «nada». Fuimos desechados, abandonados, olvidados, maltratados. Un día dejamos de existir para el mundo, sufrimos tortura, pasamos frío y hambre, tuvimos cerca la muerte. Entonces alguien nos rescató, alguien a quien tuvimos miedo, como al resto de humanos, porque sentíamos que todos nos harían daño. Pero nos curaron nuestras heridas físicas y del alma, nuestros miedos. Nos quisieron, nos cuidaron… y nos buscaron un hogar.
Hoy somos «todo» para nuestras nuevas familias, hemos encontrado el amor, corremos, somos felices, disfrutamos y damos mucho cariño. Hoy nos dicen que somos la alegría de la casa, hoy somos todo…para alguien. Sin olvidar que otros muchos de nosotros siguen siendo «nada» y otros están ya rescatados y en proceso de búsqueda de familia, hoy somos felizmente… ¡¡¡ADOPTADOS!!!