El 3 de febrero, coincidiendo con el final de la temporada de caza y como viene siendo habitual en los últimos años, se han convocado manifestaciones simultáneas en 35 ciudades españolas para exigir el fin de esta actividad. En Madrid se ha celebrado la más numerosa.
Diversas asociaciones animalistas han alzado su voz para protestar por la caza en general, como sinónimo de muerte animal y también por la utilización de galgos, podencos y demás razas de perros para cazar. Estos animales son utilizados, maltratados y posteriormente, al final de la temporada, muchos de ellos son abandonados a su suerte o incluso asesinados. Lejos de disminuir, cada año parecen ser más los perros que sufren este tipo de abuso.




