Sabemos que estarás corriendo y brincando al otro lado del arco iris, pero nos duele mucho decirte adiós. Fuiste el grandullón con más corazón y ternura, el que siempre abrazaba, el que nunca tenía un mal gesto, el que más amor regalaba. Todos fuimos muy felices cuando nuestros voluntarios Araceli y Paco decidieron adoptarte, han sido los mejores papis para ti, los que afrontaron con valentía esa injusta enfermedad que llegó sin avisar, los que han luchado contigo cada día. Gracias por todo ello, pareja, mil gracias.
Tigre, has sido un campeón, siempre contento, nos has enseñado que hay que ser fuertes, amar y ser felices cada día, aunque las cosas se pongan feas. Tú serás siempre una estrella muy importante brillando para la familia ARE. Nunca te olvidaremos…